A los niños que me alegraron con sus juegos en los jardines sombreados de árboles,
A los jóvenes que se amaban en las calles recordándome la juventud,
A los ancianos, pero también jóvenes, que me infundieron sus ganas de vivir,
A los varones que me inspiraron con su energía, su fuerza e intensidad,
A las mujeres hermosas que sonriendo despertaron en mí una renovada alegría de ser.
A los estudiantes que fueron un recuerdo de mis dias como ellos,
A las damas y los caballeros en los bares tomando sus cañas al fin de la jornada
a quienes me junté para sentir el palpitar de este pueblo.
A las voces silenciosas de los indignados.
A ese país con sus ríos, sus playas, sus rías, sus valles, montes y escarpas,
A sus casas, que como aves con alas abiertas protegiendo sus crías,
me protegieron, me calentaron y refrescaron.
Al país que conocí la primera vez y me dejó más rico de experiencias
y más caluroso mi corazón.
Al sol de Viscaya que ha calentado mi corazón y mi alma,
A la lluvia que me ha refrescado el aire que respiré,
Al mar sin fondo que fue un recuerdo de mis años de viajero por ese mundo.
Tú me encantaste!
Yo volveré para visitarte otra vez y otra vez más.
Hoy, a ti y a tu país, te deseo un buen día y un futuro.
A los jóvenes que se amaban en las calles recordándome la juventud,
A los ancianos, pero también jóvenes, que me infundieron sus ganas de vivir,
A los varones que me inspiraron con su energía, su fuerza e intensidad,
A las mujeres hermosas que sonriendo despertaron en mí una renovada alegría de ser.
A los estudiantes que fueron un recuerdo de mis dias como ellos,
A las damas y los caballeros en los bares tomando sus cañas al fin de la jornada
a quienes me junté para sentir el palpitar de este pueblo.
A las voces silenciosas de los indignados.
A ese país con sus ríos, sus playas, sus rías, sus valles, montes y escarpas,
A sus casas, que como aves con alas abiertas protegiendo sus crías,
me protegieron, me calentaron y refrescaron.
Al país que conocí la primera vez y me dejó más rico de experiencias
y más caluroso mi corazón.
Al sol de Viscaya que ha calentado mi corazón y mi alma,
A la lluvia que me ha refrescado el aire que respiré,
Al mar sin fondo que fue un recuerdo de mis años de viajero por ese mundo.
Tú me encantaste!
Yo volveré para visitarte otra vez y otra vez más.
Hoy, a ti y a tu país, te deseo un buen día y un futuro.
A mis amigos y colaboradores Mila y Iosu, Ioar Hostal, Sorlada, Navarra
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